Editorial: Unas elecciones más allá de las redes sociales

Durante los últimos años, las diferentes plataformas digitales de redes sociales se han apoderado de nuestro día a día. Desde su boom a finales de la primera década de los dos mil, estas aplicaciones han consumido más y más de nuestro tiempo libre y se han colocado como un medio de información masiva vital para la comunicación contemporánea.

Este poder en la influencia de la opinión pública no ha pasado desapercibido para los actores políticos y sus principales asesores, quienes durante las últimas décadas han buscado tener más influencia y presciencia en estos canales de comunicación. Así es como se han realizado inversiones millonarias de figuras públicas michoacanas en plataformas como Facebook.

Los medios de comunicación también se han visto volcados a centralizarse en páginas y muchos se han limitado a una sola plataforma, lo que los expone a susceptibilidades y cambios en las políticas internas de la plataforma en la que elijan desempeñarse.

Además, el boom de redes sociales y su gran versatilidad y opciones para los usuarios permiten que muchas veces se incentiven y se presenten situaciones complicadas. El uso de bots y algoritmos internos son solo un par de los muchos problemas que se presentan en estas inmensas plataformas, sin embargo, estas tienen un especial impacto en la propagación y posicionamiento de información falsa o dirigida según criterios de terceros.

Precisamente por esta y otras problemáticas, es necesario que los actores políticos y su equipo de trabajo reconozcan la importancia de diversificar su presencia digital, posicionándose en otras plataformas como sitios web locales, canales audiovisuales y motores de búsqueda digitales.

Estas plataformas son importantes, porque permiten conocer el impacto y el eco real de las redes sociales y presentan información más digerida para una audiencia concreta y menos manipulada. Es decir, que las redes sociales bombardean información a diestra y siniestra, los espacios digitales locales se encargan de filtrar esta información y presentarla a un público interesado o intrigado por ella, y los motores de búsqueda nos dan una respuesta sobre qué temas son los que más han interesado a más personas.

Al final, las redes sociales y el mundo digital son solo un reflejo de la comunidad real, por ello es importante considerar todas las alternativas que permitan comunicar de forma clara y contundente en este mundo tan incomprensible todavía, pero sobre todo, no olvidar que el impacto verdadero y el peso que suele inclinar la balanza electoral hacia un candidato, siempre está más relacionado con la estructura política, la organización partidista, el carisma del aspirante y la capacidad de movilización que se presenten durante y el día de las elecciones.